El cambio climático empeora las amenazas naturales

GeneralArticle8 de junio de 2022

¿Cómo afecta el calentamiento global a los eventos climáticos extremos? Descubre de qué manera los huracanes, las inundaciones, las sequías y los incendios forestales se ven afectados por el cambio climático y por qué hay esperanza en el horizonte.
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El planeta está incrementando su temperatura. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, en inglés), cada una de las últimas cuatro décadas ha sido sucesivamente más cálida que cualquier década que la haya precedido desde 1850. De hecho, las temperaturas de la superficie global en las dos primeras décadas del siglo XXI fueron 0,84°C a 1,10°C más altas que 1850-1900. Y el IPCC es “inequívoco”: los humanos son los culpables del calentamiento global.

También, cada vez hay más pruebas de que este aumento constante de las temperaturas mundiales está afectando la cantidad, frecuencia y duración de las amenazas naturales. El IPCC dice que el cambio climático inducido por el hombre ya está afectando a los eventos climáticos extremos en todo el mundo, como las olas de calor, las fuertes lluvias, las sequías y los ciclones tropicales.

Los costos humanos y económicos son asombrosos. El grupo de reflexión internacional del IEP predice que habrá 1.200 millones de refugiados climáticos, es decir, personas desplazadas debido al cambio climático y los desastres naturales para 2050. Mientras tanto, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA, en inglés) estima que los países en desarrollo ya están gastando USD 70 mil millones al año para adaptarse al cambio climático. Se espera que esta cifra aumente entre USD 140 y 300 mil millones en 2030 y luego entre USD 280 y 500 mil millones en 2050.

Aunque la tendencia al aumento de las temperaturas globales es fácil de ver, es más difícil medir el impacto preciso del cambio climático en eventos climáticos extremos, que incluyen huracanes, tifones, inundaciones, incendios forestales y olas de calor, como explica John Scott, Head of Sustainability Risk de Zurich Insurance Group (Zurich).

“Entender las variaciones que podría tener el clima extremo a partir de los efectos del cambio climático es una tarea compleja. Si bien algunos efectos del cambio climático ya son obvios, como el derretimiento de los glaciares y el aumento del nivel del mar, el impacto en el clima es más difícil de interpretar", dice Scott.

Pero los meteorólogos y los científicos del clima están empezando a entender la manera en que los períodos prolongados de calor y frío pueden ser atribuibles al calentamiento global. En tierra, el aumento de las temperaturas de la superficie está relacionado con la probabilidad y la gravedad de las sequías y los incendios forestales en regiones cálidas y áridas. Los océanos también se están calentando: la capa de 0 a 2.000 metros del océano alcanzó una temperatura récord en 2021.

Un estímulo para tormentas peligrosas

El aumento de las temperaturas y los mares más cálidos implican más vapor en la atmósfera, lo que estimula huracanes, tifones y lluvias torrenciales. “Si estamos creando una atmósfera más cargada de humedad, cualquier tormenta que se desarrolle tiene un mayor potencial de convertirse en una tormenta intensa”, explica George Tselioudis, científico investigador de la Universidad de Columbia.

Los huracanes, los tifones y las tormentas pueden, a su vez, causar graves inundaciones, al igual que el aumento del nivel del mar, que podría aumentar entre 0,6 y 1,1 metros para 2100.

“Ahora podemos ver por los datos empíricos que los huracanes se están comportando de manera diferente, están yendo más hacia el interior, donde luego se convierten en tormentas e inundaciones”, dice Scott. 

“Vierten mucha más agua en la tierra porque han recogido más agua [debido al calentamiento global] mientras estaban sobre el océano”.

Según Scott, estos peligros naturales deberían alertar a más personas sobre el hecho de que el calentamiento global no solo está causando un aumento constante en las temperaturas promedio. “La mayoría de la gente no llega a entender plenamente el impacto del cambio climático”, dice Scott. “Escuchan la frase ‘calentamiento global’ y piensan: ‘Oh, todo se está calentando un poco más, pero es más complejo que eso”.

“Hay evidencia de que el cambio climático está influyendo en el comportamiento de las corrientes, que tienen el efecto de reunir sistemas meteorológicos distintos, lo que provoca lluvias prolongadas, sequías, heladas o calor. La mayoría de los científicos del clima están de acuerdo en que, con el tiempo, el cambio climático exacerbará los eventos climáticos extremos. Probablemente, las tormentas tropicales se volverán más fuertes, con vientos más fuertes, mayor extensión aérea, cambiando sus caminos típicos y convirtiéndose en tormentas tropicales adicionales o inundaciones cuando finalmente golpeen la tierra”.

La necesidad de resiliencia climática

No existe una solución rápida. Incluso si la comunidad mundial cumple con éxito las metas de emisiones descritas en el Acuerdo de París de 2015, se seguirán sintiendo los impactos del cambio climático, incluidos los peligros naturales, durante las próximas décadas. Esto significa que, mientras abordamos las causas del calentamiento global, también debemos minimizar su impacto. Este enfoque se conoce como resiliencia climática.

“Cuando hablamos de cambio climático”, explica Amar Rahman, Líder Global de Servicios de Resiliencia frente al Cambio Climático en Zurich, “definimos el riesgo en tres dimensiones: peligro, exposición y controles. Las personas generalmente se centran en el peligro: hay más lluvia, más viento, más calor. Pero nosotros desarrollamos modelos y escenarios para ayudarlos a comprender su exposición a esos peligros e identificar sus vulnerabilidades o puntos débiles. Finalmente, evaluamos los controles: ¿qué puedes hacer para reducir y gestionar el impacto del 
cambio climático en este momento? La resiliencia climática se trata de gestionar esos tres factores con las herramientas que tenemos y no esperar nuevos datos o una regulación gubernamental para actuar. Porque si esperas, será demasiado tarde para desarrollar soluciones”.

Un problema, un planeta

Cuando nos enfrentamos a una crisis tan compleja, a largo plazo y de gran alcance, puede ser difícil saber qué hacer y por dónde empezar. Las graves inundaciones en Australia, las olas de calor en la India o los incendios forestales en California pueden percibirse como fuerzas de la naturaleza que están fuera de nuestro control. Sin embargo, Rahman argumenta que también puedes adoptar la resiliencia climática como una 
estrategia personal.

“La solución no solo debe ser impulsada por los gobiernos, las empresas y las organizaciones globales. También debe ser encabezado por nosotros, como individuos, cambiando nuestro comportamiento como consumidores y votantes”.

Uno de los obstáculos para reducir el impacto de las amenazas naturales es la universalidad del problema. Dado que el calentamiento global afecta a todos los continentes, a todos los países y, de hecho, a todas las personas del planeta, requiere una solución global verdaderamente coordinada. Esto es difícil de negociar.

Sin embargo, John Scott ve motivos para ser optimista la respuesta mundial a la pandemia de COVID-19. “Creo que lo que ha hecho el COVID-19 es que las personas se den cuenta de la importancia de las soluciones globales frente a riesgos globales y que lo que sucede en un país puede afectar a todos los países”, dice.

“Necesitamos aprovechar las soluciones existentes y toda nuestra innovación para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y construir la resiliencia climática, como lo hicimos con el desarrollo de múltiples vacunas COVID-19 en respuesta a la pandemia”.